¿Qué?. Si te estás haciendo esta pregunta estando en este blog, eres de los pocos que no saben. Creo que si te gusta usar pañales de adulto, ropa femenina y la palabra sissy te llama la atención, probablemente ya sabes qué es… ¿Aún no?, deja explicarte qué son y porqué me gustan.
Índice:
Introducción
¿Porqué este gusto?
¿Qué es una jaula de castidad?
¿Cómo lo conseguiste?
¿Qué experiencia compartirías de su uso?
¿Algunos inconvenientes?
Conclusión
101 – ¿jaulas?
Tendrá una forma rara pero para mi hay un placer que aún trato de explicar, pudiera decir que ‘sólo me gustan’ pero quiero ponerle más palabras.
Para empezar a hablar de estas jaulas, primero tengo que hablar de la palabra ‘Sissy‘, encontré esta definición que me pareció certera a lo que quiero decir:
Yo creo que ser una sissy es nacer con sexo masculino, pero tener una identidad femenina y delicada. La palabra «sissy» es el diminutivo de «sister» (hermana), en inglés significa «afeminado» o «afeminada». Muchos lo usan como palabra despectiva (como en español «marica»), pero yo rescato el significado inicial, sin el tono despectivo. No hay nada de malo en ser afeminado/a.
Princesitanatty
Estoy de acuerdo con su explicación, la intención de la práctica de ser un sissy no es por motivos despectivos pero para sumergirme en el mundo femenino y todo lo que conlleva.
Con esta explicación puedo unir el concepto de ser un sissy junto con mis actividades de usar pañales y ropa de mujer para alejarme de la masculinidad que trae por tener pene y vivir en una sociedad que remarca mucho los géneros. Todo lo anterior lo complementa perfectamente para buscar esa feminidad.
Principios por este gusto
Hace mucho, cuando buscaba pornografía relacionada con pañales, entre los resultados notaba que había hombres con prendas que uno consideraría ‘humillantes’, rosas y cosas que usaría una mujer (o cómo unos papás vestirían a su hija bebé, pero más exagerado todo). Imagina un hombre de 40 años usando vestidos rosas de lo más afeminado posible y maquillados de tal manera que es un poco exagerado. Yo no tenía problema con la práctica, pero las fotos no me parecían atractivas, mala iluminación, poses, calidad mala en general de la foto, entre otras cosas.
Pero, me empezó a llamar la atención y era algo que a mi me gustaría practicar. Poder comprar uno de estos vestidos y renunciar temporalmente a mi ‘masculinidad’ bajo el concepto de ser una sissy.
Conforme me seguía topando con estas imágenes empecé a entender más el concepto ‘ABDL Sissies‘ y mi curiosidad me llevó a buscar más, y dentro de un tiempo empecé a notar estas jaulas pero sin darle mucha importancia, hasta que uní los dos conceptos un día y me despertó el interés por querer usar uno.
¿Qué es una jaula de castidad?
La idea básica de una jaula de castidad es negar una erección, dependiendo del tipo puede cubrir todo el pene y de lo largo puede limitar qué tanto puede ‘crecer’ al empezar a tener una erección. Una práctica común es que es asegurada con algún candado y sólo la persona autorizada puede abrirlo, normalmente es otra persona la que tiene este ‘honor’ con tal de negarle la capacidad de tener relaciones sexuales y/o erecciones o simplemente poder negarle de que el hombre pueda sentir su pene (con la jaula, si quisieras tocarte sentirías el plástico en vez de tu pene). Esta persona tendrá control sobre tu sexualidad… Es una práctica conocida en grupos BDSM ya que estos aparatos son para controlar un aspecto de la persona pero para una persona que busca la feminidad, puede tener otro uso:
Con la jaula inhabilitas al pene, no puedes frotarlo ni sentirlo para buscar placer ni ir al baño de manera convencional. Aparte el color rosa le da un buen toque femenino. Sin poder hacer lo que se hace normalmente con uno es una manera de negar su existencia, quitando todo tipo de masculinidad al sissy, para finalmente dar espacio para que entre la ‘feminidad’.
Adquisición
No me acuerdo qué fue lo que detonó esa curiosidad por querer usar estas jaulas, creo que fue una imagen que vi en Tumblr donde una persona subió un pañal rosa doblado, calzones de princesa, un chupón, un plátano y finalmente una jaula, todo sobre la cama. Sabía qué implicaba todos los demás objetos pero al momento de ver la jaula rosa me decidí por querer uno, vi este y lo compré en Julio del 2018.
Cuando me llegó la notificación de que mi paquete estaba próximo a llegar, estaba ansioso por querer ponérmelo y saber cuál sería la sensación de poder usarlo, no sabía qué esperar. Como mando a pedir mis compras a una ubicación cerca de donde trabajo, esperé un poco después de mi hora de salida para que llegara y poder recogerlo, no quería esperarme otro día más.
Al ya tenerlo, fui al baño de la oficina para tener privacidad y calma para poder ponérmelo, pero fue un poco confuso saber cómo hacerlo, no había un instructivo ni alguna indicación de la manera adecuada para ajustarlo. Como implica ponértelo en partes ‘delicadas’ no me quería arriesgar a ponérmelo mal y lastimarme. Tuve que buscar en internet la manera de hacerlo.
Mi experiencia al empezar a usarlo
Resulta que tiene su ciencia para ponértelo, primero tienes que colocarte este ‘anillo’ con los dos ‘picos’ hacia afuera, lo haces con cuidado al pasar primero un testículo y luego el otro seguido por el pene (mientras está flácido, obvio). Dependiendo del tamaño del anillo esto puede que sea más delicado hacerlo. Recomiendo no excederte, si lo sientes muy apretado, recomiendo usar uno más grande, ni tiene que quedar muy suelto, considera que tienes que sentir una presión cómoda después de unos minutos de tenerlo puesto.
Luego conectas esta pieza con los ‘picos’ para después insertar el candado. El resultado te dejará sintiendo un poco de presión alrededor del pene y escroto (como si tuvieras un calcetín ligeramente apretado) pero no tiene que haber dolor o incomodés.
Dependiendo del tamaño del anillo o la jaula, puede que el peso resalte más la sensación de tener la jaula pero no tiene que haber dolor. Si sientes dolor recomiendo que te lo quites de manera cuidadosa, abriendo el candado, removiendo la jaula, luego el pene, un testículo y finalmente el otro. Si está erecto, espera a que se baje o échate agua fría, no te desesperes.
Al principio que empezaba a usarlo, tenía una sensación rara, pero me gustaba cómo se sentía, me gustaba saber que tenía uno puesto y sus implicaciones que ya he mencionado.
Con el paso de las veces que lo fui usando, aprendí a como ponérmelo mejor, ajustarme el anillo para que sea más cómodo y estar checándolo que esté bien acomodado y que haya una alineación y distribución del escroto y testículos. Así evitar que se genere presión o tensión donde no debería y ocasionar algún daño. En su mayoría, las molestias que siento son por cuestión de fricción, de que el material esté constantemente moviéndose por mi piel, a veces me lo vuelvo a acomodar para que disipe la sensación de la fricción y otras veces me lo quito. La clave está en reconocer cuándo es una sensación incómoda y cuando es de dolor.
De poco a poco fui extendiendo su uso de unas horas para poder finalmente pasar todo el día con él, jamás lo usaría mientras duermo.
Experiencias e inconvenientes
El problema que empezaba a tener es que después de un tiempo, como en una hora, la fricción del plástico que ocasionaba sobre mi piel empezaba a molestar, si no me lo quitaba se volvía muy molesto y así no lo podría usar el tiempo que me gustaría. A principios pensé que me estaba ocasionando algún daño interno o externo pero después de inspeccionarme me di cuenta que sólo veía irritación, es decir, nada grave. Al buscar en internet alguna recomendación vi que usuarios que usan estas jaulas se ponen este ungüento.
La idea es que se crea una capa entre la jaula y la piel, evitando problemas de fricción.
Otro problema es que el kit sólo incluye 2 llaves, cuando recién empecé a usar la jaula, me di la costumbre de dejar ambas llaves en mi cuarto, una vez salí a una tienda cerca pensando que regresaría pronto y aparte me gustaba la idea de estar ‘involuntariamente’ atado a la jaula, pero cuando iba en camino, la fricción empezó a darme problemas mucho antes de lo pensado y estaba en un punto que estaba algo lejos de la llave. Pasé momentos muy incómodos pero finalmente pude quitármelo regresando por la llave, después me hice la costumbre tener una llave en mi llavero. Ya con ese inconveniente siempre me hacía la tarea de tener una llave cerca…
Hasta que…
Una costumbre que tenía era quitar la llave de mi llavero para quitarme la jaula, se me hacía más fácil manipular el seguro sin estar cargando todas mis llaves en el llavero, entonces la removía del llavero y a veces la dejaba pegada a la jaula y cuando llegaba a mi casa metía la jaula en alguna mochila y subía todo a mi cuarto. El problema es que algunas veces olvidaba regresar la llave al llavero. Una vez salí a trabajar olvidando que había dejado ambas llaves en la casa. Fue hasta que llegué al trabajo que me acordé de lo que había pasado. Entré en pánico pero para esos entonces ya estaba acostumbrado a poder durar todo el día usándolo entonces traté de calmarme al decidirme de tener mi rutina laboral. Fue algo angustiante no poder quitarme la jaula en el caso de que pueda volverse incómodo ya que no tenía manera de acomodármelo pero pude llegar al fin de mi jornada laboral sin incidentes ni incomodés. Aún así, no era una angustia favorable. Tuve que conseguir más llaves y dejar una en mi carro, en la oficina, en mi cartera… en todas partes.
Ahora que estoy casado, tengo una llave adicional en el baño. Cuando decido no quitarme la jaula antes de entrar a la casa y sé que la esposa estará, simplemente entro al baño como cualquier persona lo haría y me dispongo a quitarme la jaula, después lo almaceno en la caja de herramientas para cuando la esposa no se de cuenta y lo pueda guardar en mi maleta junto con mis otros ‘materiales de diversión’.
El aspecto mental de usarlo (conclusión)
Para algunos, usar una jaula implica que alguien más tendrá control sobre tu pene y todo lo que conlleva. Para mi, como no comparto esta actividad, no me llena que alguien tenga control sobre mi pene. Como lo escribí arriba, yo busco algo más que eso al usarlo.
Si me posiciono bien la jaula para evitar problemas de fricción, hay una sensación casi serena al verme en el espejo cuando estoy desnudo (a excepción de la jaula), más si traigo puesto el color rosa (tengo otro de color negro). Esa sensación mejora cuando froto aquella jaula en vez de mi pene y siento aquel plástico.
Como para mi usarlo tiene una connotación fuera de lo sexual, me gusta saber de su presencia cuando camino, cuando me siento o tengo que sentarme para orinar. También me gusta su peso al estar de pie y cuando ocasionalmente tengo una erección que es negada.
No lo sé, me gusta sentir su presencia y el lugar en que me pone… de convertirme en un sissy a secretas que tiene su pene ‘inhabilitado’ y frotar con la intención de sólo sentir la jaula. Como si el uniforme de uno incluye una jaula de castidad y al tener uno puesto te convierte automáticamente en una.
Esta sensación es una de las cosas que me cuestan trabajo de explicar en palabras pero la disfruto de igual manera.
Espero haber explicado indirectamente lo que quise decir.