Hay varios acontecimientos pasaron mientras crecía que tienen que ver con pañales pero no fueron tan relevantes para incluirlos en mi historia principal, aquí narro algunos.
A diferencia de mis otras entradas Mi historia con pañales I y Mi historia con pañales II, quiero aprovechar esta para mencionar uno que otro suceso que no fueron tan relevantes para incluirlos en las entradas principales pero sí lo suficiente mencionarse, aquí un tipo ‘collage‘ sobre aquellos que recuerdo.
Papel de baño
Durante mi infancia, siempre he tenido ese gusto por los pañales pero me era difícil poder conseguir del tipo que sea entonces buscaba cómo ingeniármelas para tener esa sensación.
Cuando estaba en la primaria, no sé cómo es que se me ocurrió empezar a usar papel de baño y ponerlo en mis calzones para sentir esa sensación acolchonada que brinda usar pañales, recuerdo que lo enrollaba y lo colocaba dentro de mis calzones para intentar sentir algo relacionado pero no era tan creativo para saber cómo hacerle mejor o qué otro material usar.
Entonces agarraba de poco a poco y andaba así durante mi día, ya después de unos minutos me adaptaba a la sensación o el papel ya se aplastaba lo suficiente para ya no sentir su presencia.
Un sábado desperté decido en usar todo un rollo de papel de baño y me levanté antes que toda mi familia para ir al baño y ponerme todo lo que podía. Después de que logré mi cometido salí del baño y aún asegurándome que mi familia siguiera dormida bajé a la sala para jugar o hacer algo que un niño haría en la mañana de algún sábado… a lo mejor ver televisión.
Recuerdo que cuando empezó a despertar mi familia, quise esconder la evidencia colocando todo el papel dentro de un jarrón.
Un tiempo después mi mamá se dio cuenta de aquel jarrón y me preguntó porqué había tanto papel dentro de él. Creo que la mentira me salió muy bien porque le dije algo como ‘estaba jugando y no quería que se rompiera si se llegara a caer’… para la mente de un niño tenía sentido y supongo que se la creyó.
Creo que ya no volví a intentar simular pañales con papel de baño.
Ahora leo esta pequeña anécdota de aquel tiempo, me llama la atención que ese deseo de seguir en pañales perduró a lo largo de mi crecimiento.
Toallas Femeninas
Entre el periodo de la última vez que usé pañales de bebé y descubrir que mi bisabuela tenía de adulto. Recuerdo que hubo un tiempo que buscaba substitutos, entre ellos era descubrir que mis hermanas usaban toallas femeninas.
Recuerdo que era en la secundaria (o a finales de la primaria, no recuerdo) y no sabía mucho de su utilidad pero sabía que mis hermanas las usaban. Cada vez que buscaba mi cepillo de dientes o alguna otra cosa en el baño, me acuerdo que veía en el cajón una caja grande con muchas toallas envueltas en su sobre original. A veces por curiosidad las abría para ver su contenido y fue cuando me di cuenta de su forma, estas que vi eran largas y gruesas, unas de esas noche de ocio me entró la duda para saber si a lo mejor pudiera imitar esa sensación que busco y me acerqué al baño con la intención de poner una toalla en mis calzones.
Todo por la intención de replicar la sensación de usar pañales, recuerdo que esa noche salimos de mandado y me agradó tener cierto artículo conmigo.
Mientras caminaba con él, temía que se notara ya que era algo grueso y mis pantalones algo delgados. Recuerdo que evitaba caminar frente a mi familia para evitar que puedan ver su aparentemente bulto, aunque no recuerdo que me hayan comentado algo al respecto… tengo curiosidad si alguna vez notaron que se estaban acabando las toallas más rápido de lo usual.
Como no era un buen substituto para pañales, recuerdo que intentaba ponerme más de uno para ver si así podía sentirse mejor tenerlos pero que yo recuerdo nunca pude hacerlo sentir igual, seguramente alguien más pensó lo mismo que yo y también las usaba.
Dejé de usarlos también al no poder satisfacer mis ganas por usar pañales ya que no brindaban esa sensación que busco.
Años después volví a usar toallas femeninas pero esta vez para alimentar mi lado Sissy junto con calzones para mujer, el conjunto femenino.
Aquella vez que usaba más de un pañal
Cuando mi bisabuela vivía y tenía acceso a sus pañales. Aquellas veces que me quedaba a dormir en su casa, me entraba la curiosidad de usar más de un pañal a la vez… es decir, ponerme uno y encima de ese ponerme otro.
Buscaba hacer más bulto y hacer más notorio la sensación de algo entre mis piernas al caminar.
Estas actividades las hice relativamente pocas veces, el agarrar pañales de mi bisabuela aumentaba la posibilidad de que alguien sospeche. Pero otras veces no me importaba y aprovechaba la oportunidad cuando sabía que no se darían cuenta.
Recuerdo que una vez repetí esta actividad de doble pañal pero ya estaba arriesgándome a que se dieran cuenta ya que había agarrado un par de pañales para mi casa y quería evitar que se dieran cuenta que faltaban varios. Entonces lo que hice era meticulosamente quitarme el pañal quitando sus cintas adhesivas y colocarlas en su posición inicial. Ahora que recuerdo me sorprendo de la paciencia que antes tenía ya que podía desprender la cinta del pañal sin que ésta se rompiera y dejara marca en el plástico. Lograba dejarlo casi impecable y doblarlo de manera que, según yo, no se dieran cuenta.
Quiero pensar que mis abuelos, mi bisabuela vivía con ellos, no se dieron cuenta. Aunque tengo mis dudas ya que ahora que la pienso creo que no era TAN cuidadoso como me hubiera gustado ser.
Pero siendo realistas, es probable que si sabían que alguien estaba jugando con ellos porque no siempre era ordenado con aquellos paquetes y tendían a moverlos todos para ver qué tantos tenía. Recuerdo una vez que saqué todos del paquete por razones que ya no recuerdo y al volverlos a acomodar todos ya no se veían igual. Ahora estoy seguro que alguien sabía, a lo mejor mi bisabuela se llevó mi secreto a su tumba.
Cuando decidí por el estilo de pañal por usar
Creo que mi bisabuela llegó a tener al menos 2 diferentes estilo de pañales.
Unos eran de plástico y son los que me llamaron la atención desde el principio y el otro tipo era este:
La idea es que tenías que tener 2 cintas tipo cinto y las atabas alrededor de tu cintura para acomodarlo bien.
A veces llegaba a notar que tenía estas cintas fuera de su armario pero no sabía de qué eran, al principio pensé que era para alguna prenda hasta que descubrí este tipo pañales también.
Al deleitarme con los pañales de plástico, quería saber qué más podía experimentar entonces me decidí por empezar a usar éste otro tipo.
Recuerdo que agarré de estos y lo coloqué dentro mi calzón para ver si se sostuviera pero no me causó mucha sensación, pero me gustaba la idea de tener un pañal sobre mi y lo podía traer más discreto.
Pero no era suficiente, no estaba colocado correctamente y por lo tanto no era la misma sensación. Como sabía que mi bisabuela tenía al menos 2 pares de esas cintas, no pensé mucho y agarré otra cinta para colocarla alrededor del pañal… sólo una.
Aunque su efecto no era el mismo, al menos podía tenerlo amarrado como medio se debía. Incluso llegué a llevarme uno o dos de estos pañales para mi casa.
Pero la sensación no era la misma, aprendí que los pañales de tela no era lo mismo que busco. Son algo incómodos, duros y ni tan esponjosos.
Con esa experiencia aprendí que lo mejor son los pañales de plástico y sólo recurriría a los de tela de plano no podía conseguir de plástico.
Como me llegó a pasar un par de veces.
Aquella primera vez que vieron mis pañales usados
No necesariamente me vieron con ellos puestos pero sí fue la primera vez que me descuidé al permitir que mi mamá viera mis pañales.
Como lo había narrado en la 2da parte, cuando después de comprar mis primeros pañales de adulto, el método que llevaba para deshacerme de ellos era colocarlos en una bolsa, almacenarlos en mi cuarto y esperar la noche antes de que pasaba la recolección de basura para depositarlos en el bote.
Llegaba el momento que hasta tenía un par de bolsas con pañales usados dentro de mi armario y si abría un cajón cerca de donde los tenía se notaba el aroma peculiar.
Aquella noche, después de regresar de trabajar, recuerdo que había comprado mandado y antes de bajarlo del carro subí a mi cuarto para agarrar aquella bolsa con aquel pañal con la intención de depositarlo en el bote de basura. Pero creo que me entretuve guardando el mandado que olvidé que dejé la bolsa a lado del carro y no dentro de la basura.
A la mañana siguiente mi mamá me despierta preguntándome que porqué había una bolsa con un pañal usado cerca del carro. Me llené de pánico al tratar de pensar alguna mentira y al mismo tiempo esconder mi vergüenza… sólo le pude contestar que no sabía. Ella concluyó que fui un despistado al estar subiendo el mandado al carro después de mi trabajo que seguramente agarré una bolsa de más en el mercado.
Afirmé que eso probablemente pasó y me dijo que tenga más cuidado al estar subiendo mandado al carro… Es mejor eso que sepa que ese pañal era mio.
Aquella 2da vez que vieron mis pañales usados
Pasaron un par de años para que tuviera mi 2do descuido y mi mamá volviera a ver mis pañales usados. Esta vez los encontró dentro de mi cuarto.
Al usarlos más seguido y aventurarme a comprar por internet, empecé a usarlos para mi trabajo como lo narro aquí y pude establecer un método para su uso y cuando quería descartarlo. Mi método no cambiaba, los usaba y después los almacenaba en doble bolsa y dentro de mi armario para evitar aromas obvios.
En esos tiempos me quedaba sólo los sábados por la mañana y aprovechaba esos tiempos para limpiar mi cuarto en pañales, cuando llegaba la hora de que regresara mi familia me lo quitaba, lo colocaba dentro de una bolsa y lo depositaba dentro de la basura.
Creo que esa vez me volví a entretener en alguna actividad que dejé la bolsa del pañal usado dentro del cesto de basura en mi cuarto. Lo dejé ahí y me fui a hacer algún pendiente. Cuando regresé noté que mi cuarto estaba barrido y limpio y el cesto de basura vacío, desde luego recordé que había dejado el pañal ahí.
Después de unos minutos de estar molesto conmigo mismo por volver a descuidar eso y que mi mamá notó y descarto mi pañal, me dispuse a enfrentarla y saber qué me diría.
Con la pena del mundo, enfrenté el tema y sólo le pude responder a diciéndole que eran mios y esperar a que ella llegue a sus propias conclusiones.
Lo que me ‘salvó’, fue que en esos tiempos tuve un problemas de salud que tenía que ver a un urólogo, algo que le comenté a mi mamá.
Entonces, ella concluyó que los pañales los usaba debido a ese problema de salud lo cual le dije que sí. Le dije que el problema de salud me daba un poco de incontinencia lo cual tenía que usar pañales, cosa que era mentira, pero era algo que le tenía que decir para evitar decirle que los usaba por gusto, una mentira blanca.
No me gustó que tener que volverle a mentir a mi madre pero era mejor que la verdad… todo por ser descuidado.
Análisis de transmisión (fin)
A veces pienso en aquellos momentos de mi pasado, cómo esos sucesos influyeron para reforzar este gusto y si no me hubiera dejado llevar por esos impulsos a lo mejor no lo estuviera practicando hoy en día… No lo sé.
Sólo puedo recapitular y recordar esos momentos de nostalgia al estar experimentando y mejorando mis técnicas para mejor disfrutar este gusto.