Regresando a la lencería

A principios de este año pasé por un evento que me hizo recaer en depresión, cosa que para mi ya es común y este post no se trata de ese tema si no cómo a raíz de esa recaída hizo que entrara nuevamente en el mundo de lencería femenina.

Un poco de antecedentes

Me identifico como hombre heterosexual, me gustan las mujeres y estoy cómodo con mi sexo y cuerpo. Eso no significa que de vez en cuando tenga curiosidad de saber cómo se sentiría ser mujer, sentir tener un par de senos (preferentemente grandes), vagina con lo cual pueda experimentar penetrando con algún dildo, nalgas formadas para darme un par de… nalgadas con lo cual pueda acompañar con un lindo calzón que haga juego con un sostén. Sentir mi suave piel sin algún vello (sólo cabello, cejas y pestañas).

Sé que esto es una mera fantasía y que, como cualquier cosa, no debería obsesionarme entonces trato de mantener ese aspecto bajo control… siempre lo he hecho, a veces considero que lo pienso mucho y hago cosas de más para buscarlo, pero después me calmo. Anteriormente tenía varias dudas acerca de mi orientación teniendo estos gustos en particular pero después de unas sesiones con un sexólogo pude entender que no hay nada de malo en esta actividad siempre y cuando entienda las diferencias y porqué lo hago.

Bueno, ya que aclaré eso ahora puedo regresar al tema.

Regresando a la lencería

Sin saber cuáles son las razones de que tengo mucho tiempo con el gusto de usar ropa femenina incluyendo lencería ya que me gusta cómo se siente su material ‘fino’ sobre mi cuerpo y, si el corte es correcto, me gusta cómo se me ve.

Con el afán de buscar cómo sentirme mejor durante mi recaída de depresión, me entró la idea de volver a comprar ropa femenina. Siendo el astuto y versátil que soy, usé el poder del internet para comprar un par de prendas que pudiera usar a escondidas, recuerdo que empecé a comprar de marcas comúnmente encontradas en Walmart y estilos típicos, aún no me atrevía a usar marcas como Maidenform ni estilos como hipsters o bikini.

Una decisión impulsiva me llevó a otra, sabía que podía parar pero no lo hice porque no encontraba cosas negativas de mi acto.

Entonces hice mi pedido por Amazon para que me llegue nuevamente mi primer sets de ropa interior femenina, no recuerdo cuál fue el proceso de elección que llevé pero quise tener un poco de variedad para saber qué mas hay aparte del estilo típico de calzones y de algodón.

Mis primeas compras de este año (2017)

Creo que era cómo se veían las modelos con esas prendas puestas. Sé que es un ‘apoyo’ de marketing el que me hizo caer en querer comprar estas en específico. Quería que mis nalgas se vieran como se le ven a la modelo y querer tener ese cuerpo. Recuerdo que esa fue la razón detrás de mis compras, poder verme y sentirme como me imaginaría al ver esa foto… nalgona y femenina.

Resultado de la compra

Repitiendo lo anterior, porque considero que es importante, quería sentirme como se ve la imagen… femenino. Cuando llegaba el momento de ponerme la ropa, sí sentía esa feminidad, podía sentir la tela cómo se estiraba por el cuerpo y cómo los materiales casi exclusivos para uso femenino se hacían sentir mi piel.
Al verme en el espejo sólo con esa prenda puesta podía ver cómo mi cuerpo se hacía menos masculino al ver esa prenda femenina puesta en mi… me gustaba.

La sensación se incrementaba cuando me ponía por encima ropa ‘normal’ y podía salir al mundo escondiendo mi secreto.

No duraba mucho para que esa sensación disminuyera. Me gustaba cómo se sentía la tela al caminar y su corte y material me recordaban que llevaba una prenda femenina pero de poco a poco me fui adaptando a la sensación hasta que ya no la sentía. Lo único que me gustaba era la sensación de saber que la tenía puesta.

Remordimiento

Después de un par de días me pegaba el remordimiento porque sentía que esas acciones no las debería de hacer y sólo estaba hundiéndome más en el hoyo. Para los que han pasado por episodios de depresión sabrán a qué me refiero… básicamente te sientes mal porque estás haciendo cosas que te empeoran (o al menos no hacer cosas que te mejoren). Es cuando es peligroso confundir una acción que parece que va ligada con otra, hasta cierto punto.

Yo uso calzones femeninos porque me gusta cómo se sienten, cuando estoy en un episodio de depresión busco cosas que me hagan sentir bien. La idea está en siempre hacer las cosas moderadamente. Así como un persona no puede convertirse en alcohólico si modera su consumo así yo podré moderar mis actividades que me ayuden a sentirme bien… El problema está que se asocia el travestismo con la homosexualidad, por eso fácil confundirse y así empeorar las cosas.

Un poco después terminé tirando los calzones porque estaba sintiéndome mejor y no quería que su uso me detengan a avanzar. Cosa que después me arrepentí porque me gustaba su uso.

Este post ya lo hice muy largo para mis gustos… será dividido en 2 partes para ser más fácil leer y escribir. Pero termino con unas recomendaciones:

Lencería recomendada (o la que actualmente uso)

Triump Amourete

Estos definitivamente son mis preferidos, si los ves en venta (menos de 15 dólares) comprarlos, me encanta cómo se siente la tela en mis nalgas y alrededor de mi pelvis. Cuando caminas, te da la sensación de saber que traes una prenda femenina entre tus nalgas.

Cabe mencionar que esta prenda no deja una marca visible cuando se usa pantalón de vestir o mezclilla, al menos que la tela sea muy delgada. Pero no he tenido problemas con eso.

Maidenform Comfort

También son mis preferidos (2do lugar), me gusta cómo el corte hace que el material se ‘hunda’ un poco sobre las nalgas. La versión de algodón no se siente tan bien como esta.

Este calzón sí deja una marca visible si usas algún pantalón de vestir pero no se nota con mezclilla.

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