No sé si sea el caso en todos los travestis, pero en el mio el querer sentirme, y mantener esa sensación, de mujer me ha llevado a tomar acciones «cuestionables», aquí me relato.
No recuerdo cuándo empecé a tener deseos por saber qué se siente ser mujer. Imaginar cómo sería caminar y no sentir mi pene, sentir el rebote de mis senos, tener curvas femeninas, cabello largo, usar vestidos, maquillaje, tacones, verme desnuda en el espejo, referirme en femenino, etc… Todo el paquete.
Antecedente
Cuando era chico, estas ideas eran pasajeras pero frecuentes, a veces duraban porque dejaba que mi imaginación, y curiosidad, generara nuevas ideas. Por ejemplo, cuando llegaba la hora de dormir, me ponía a imaginar historias (que a lo mejor hago un post de eso después) antes de dormir… Antes no eran ‘sexuales’, es decir, no pensaba en senos o vagina, sólo en vestidos y cabello largo. Otras veces, cuando no les hacía caso, simplemente dejaba de pensar en eso… podía pasar días o semanas sin que pase por mi cabeza hasta que haya algún detonante que me haga volver a pensar en eso.
¿Detonante?
Defino ‘detonante’ a aquello que me provoca pensar o hacer algo… Cuando X cosa pasaba yo recurría a pensamientos ‘femeninos’ para alivianarme. Lo óptimo sería no hacer más a esos pensamientos y seguir con mi vida, pero la tentación por hacerlo a veces me ganaba y cuando pasa trato de moderar esos ‘deseos’. De chico era una persona muy nerviosa, inseguro, miedosa. No sé porqué mi ‘mecanismo de defensa’ era el pensar en cosas ‘femeninas’… seguramente algún asunto de mis padres.
Regresando al antecedente
Creo que sólo le he dicho a una persona que me gustaba imaginarme cómo sería ser mujer (aparte de mi terapeuta)… No recuerdo su reacción. Le comenté que tenía una estampilla de la princesa Yasmín (de la caricatura Aladino) y me gustaba imaginar que yo era ese personaje.
Mientras fui creciendo, esas ideas seguían presentes pero no llegaban a mas, lo más que llegaba a hacer es ponerme algún calzón de mi hermana grande o ponerme alguna toalla femenina cuando las tenía en el baño. Creo que se llegó a darse cuenta pero nunca me dijo algo al respecto.
Como en esos entonces me llamaba más la atención usar pañales, mi atención y energía se enfocaba en cumplir ese deseo.
Durante mi adolescencia e inicios de mi vida adulta, empezaron las dudas sobre mi orientación sexual ya que pensaba si, teniendo estos deseos de saber qué es ser mujer, a lo mejor sería homosexual…
Resumiendo (parafraseando) lo que me dijo mi terapeuta: «puedes tener curiosidad de experimentar el cuerpo femenino y ser heterosexual, que no te confunda eso…».
Regresando a las prendas femeninas
Mi primera prenda de este año fue un calzón. Me gustaba ver cómo se le veía a la modelo, las curvas femeninas que daban a entender unas nalgas sensuales como parte del paquete de ser mujer (según yo).
Cuando me decidí y compré esa prenda, no podía esperar a que llegara (porque la pedí por internet) y poder ponérmela y sentirme como en la foto… femenino.
Y sí, esa fue la sensación al momento de usarla, al ponerme por encima un pantalón e ir por mi día con la prenda… así como lo haría una mujer. Ayudaba también guardarlo en secreto, que nadie se imaginaba que llevaba algún calzón femenino.
Pero no fue mucho hasta que esa sensación se fue acabando y tuve que buscar alguna manera en cómo alzar (o mantener) esa sensación… Para eso empecé a buscar otros estilos para seguir sintiendo eso. Incluso, la misma experiencia de ir a comprar me mantenía con esa sensación.
Conclusión
La conclusión de todo esto es obvio… Por lo más que haga para buscar sentirme como mujer no podré tener ese cuerpo, por cada prenda que me ponga (o acción que realice para conseguirlo) no podrá llenar esa idea total que quiero cumplir… ser mujer.
Siento que es como una droga, cuando me pongo algo nuevo y se haya pasado el efecto de tenerlo puesto, quiero algo más para no perder esa sensación. Tengo que ponerme límites para no hacer algo que me pueda arrepentir después… como descuidar mis tácticas y que alguien descubra este secreto bien guardado.
En un artículo que leí de travestimos, el autor mencionaba que algunos hombres travestis (¿redundancia?) buscan hacer actos sexuales con otros hombres, no porque se consideran homosexuales, si no porque ese es otro método para sentirse mujeres. Es decir, no lo hacen por gusto, si no para hacerse sentir mujeres. Suena raro, ¿no?.
Y sí, ha pasado por mi cabeza, pero al menos puedo identificar que ese es el motivo, que alguien me diga: «…eres mujer». En el momento que ando escribiendo esto, no he podido estrenar bien mi atuendo (tenerlo puesto más de una hora) ni practicado a cómo maquillarme, lo más probable que pase, es que cuando ya se pasé la emoción de hacer lo anterior, busque cómo ampliar esa sensación y creo que para eso tendré que darle un alto.