Tengo unos meses tratando de usar lencería 24/7. Me gustaría hacer una entrada de cómo ha sido mi experiencia.
Si por mi fuera, me gustaría usar pañales 24/7 pero como vivo en una sociedad que no ve bien su uso y tengo familiares (y novia) que no les gustará saber que uso por gusto (creo), mantengo en secreto mi preferencia. Y como es algo difícil maniobrar ocultar pañales, mejor opto por usar lencería.
Como lo había mencionado en esta entrada, a principio de año tuve un suceso que me hizo recaer en depresión. No di muchos detalles de qué pasó porque la entrada no se trataba de la depresión pero para esta entrada quiero dar un poco más de antecedente y el acto consecuente de estar usando lencería por más de 5 meses.
Antecedente clínico
No soy una persona con problemas frecuentes de salud pero a veces tengo rachas de que cuando me ando recuperándome de una enfermedad después entro en otra y cuando caigo en consciencia de que puedo enfermar con facilidad me quita los ánimos y por consecuente la felicidad sabiendo que no soy una persona totalmente saludable y mis planes pueden ser alterados al tener que ajustarme a la enfermedad que esté pasando, el tener que atenderme, ir a hacerme estudios y análisis y el saber de que estoy enfermo de algo me afecta mi fuerza de voluntad para poder llevar y tratar de seguir mi vida normal.
El año pasado, empecé a tener dolores fuertes en un testículo, después de hablar con mi doctor de cabecera me recomendó con un urólogo. Un par de estudios después me encontraron unos pequeños quistes en el conducto deferente lo cual hizo que me quitara el ánimo ya que, algunas semanas antes, estaba terminando el tratamiento de un malestar pulmonar. Saber que tengo algo que me provocaba dolor me desanima mucho.
La buena noticia es que esos quistes no presentaban preocupación ya que no era de tamaño significante pero el dolor que presentaba en el conducto deferente estaba presente y para eso se me dio tratamiento.
Durante este pequeño tiempo de incertidumbre y el estrés de regresar a ver doctores, estudios y medicamentos me provocó una recaída de depresión. Cosa que para mi ya no es nada nuevo, pero durante este tiempo me entró la idea de regresar a usar lencería. Supongo que lo hice como un mecanismo de defensa por un momento estresante/difícil… no sé.
Decisiones decisiones…
Cuando llegó el momento de tomar la decisión, hice mi juicio de saber si realmente era algo que quería. Por una parte quería sentir prendas ‘delicadas’ sobre mi cuerpo, saber que vestía con prendas femeninas y andar con mi secreto durante mi día pero por otra parte sabía que esto no era ‘normal’, que había riesgo que alguien se diera cuenta y que estaría usando esto para distraerme sin realmente tratar de arreglar el problema.
Seguí mi impulso y compré lencería por internet.
¿Fue la decisión correcta?, no sé. Mi primer razonamiento me dice que no porque aun no encuentro un buen argumento de porqué me gusta usar lencería… sólo me gusta su material, cómo se siente, cómo se acomoda, cómo se me ve en mi y, principalmente, cómo me siento cuando uso esas prendas; es algo atrevido de mi parte usarlo pero me gusta y me siento bien usarlo.
Pudiera dejar de usar la prenda si fuera necesario, algo como dejar de comer pizza si tuviera problemas de colesterol. Entonces mientras llega ese momento que ya no lo quiera usar, ya sea por compromiso (si decido casarme) o por decisión propia, disfrutaré de su uso y evitaré que alguien lo note.
Mi camino a la lencería
Cuando me llegó mi pedido por internet, tenía poco que empecé mi tratamiento para la infección en mi próstata (que estaba causando sensibilidad/dolor en mis conductos), aun no podía tener puesto por mucho tiempo algo ajustado (incluso tener pantalones justos me causaba dolor) entonces eso limitaba el uso de lencería.
El inconveniente anterior fue un factor en que decidiera estar deshaciéndome por un tiempo las prendas que compraba. Estuve varios meses entre que compraba un par de prendas y las tiraba, volvía a comprar y las volvía a tirar. También influía que seguía con mi conflicto de que comprar lencería no era correcto.
Tuve que cambiar de doctor porque no sentía mejoría, fue hasta como medio año que empecé a sentirme mejor y ya podía usar ropa ajustada y fue cuando nuevamente compré lencería.
Compraba de par en par, usando como base mi medida (6, mediano), material que sea suave sobre mi piel y que el diseño cubra mi ‘paquete’, que se vea relativamente cómodo para su uso durante el día y que no deje marcas visibles sobre la ropa (VPL).
Metodología de uso (mis reglas)
Para la primera semanas de junio (2017), mi variedad estaba limitada a un par de calzones y para usarlos decidí seguir un par de ‘reglas’ para evitarme contratiempos y que mi secreto se exponga por algún descuido.
Almacenamiento y limpieza
- Empecé almacenando mi lencería en lugares no tan obvios. Como tengo algo de privacidad en mi recámara, decidí moverlos al mismo cajón donde tengo mi ropa ‘normal’, nunca dejando ese cajón abierto.
- La lencería usada los almaceno en otro cajón donde normalmente tengo papeles, no mezclo la lencería con mi otra ropa sucia. No me gustaría que mi mamá algún día se le ocurra entrar a mi cuarto para lavar mi ropa y vea mi lencería.
- Me espero a que ya use toda mi lencería para lavarla después, siempre lavándola junto con mi ropa ‘normal’, normalmente me espero al fin de semana para hacerlo y así tener control sobre todo el proceso de la lavada y evitar alguien externo lo note, es fácil hacer pasar por desapercibido mi lencería entre mi otra ropa.
Uso diario
- Cuando realicé mis primeras compras, sólo tenía un par de calzones; en cuanto usaba los que tenía, me espero hasta fin de semana para lavarlos. Eso significa que sólo los usaba unos 2-3 días de la semana y esperar a lavar, lo cual me lleva a mi siguiente punto.
- Sólo uso cuando visto con una camisa que me pueda fajar, como en mi trabajo normalmente me voy formal entonces aprovecho para hacerlo.
- Dependiendo del corte, algunos sí se van a marcar sobre ropa clara y/o delgada, me fijo en el espejo antes de salir a la calle para ver qué sería mejor combinación.
- Los calzones que sí dejen un poco de VPL, trato de usarlos junto con algún pantalón oscuro o preferentemente mezclilla.
- Cuando uso mezclilla y camisas sin fajar, uso calzones relativamente chicos (ejemplo), que se ‘sientan’ por debajo del cinto. Asegurarme de que no se vea si me levanto la camisa.
- Jamás los usaría cuando veo a mi novia, sólo porque corro el riesgo que ella se acerque demasiado (como sus manos) para que note que uso.
Cuando veo a la novia
- Cuando tengo un día de trabajo y después tengo planes de ver a la novia, aseguro de siempre tener un calzón ‘normal’ en el carro para cambiármelo antes de verla. De lo contrario trato de pasar a mi casa para hacer el cambio.
Qué he aprendido después de todos estos meses
Primero fue acostumbrarme a su uso, las primeras semanas fueron más que nada la emoción de usar algo diferente y las consecuentes fueron cómo hacerle para evitar mostrar de que uso e ir perdiendo el temor de todo lo anterior.
También sigo consciente de que llegará el momento de que ya no podré usarlos. Si algún día llego a casarme, dejaré de usarlos al menos de que salga de mi pareja la idea de que use (lo cual dudo que pase), entonces a disfrutar su uso mientras puedo.
A pesar de que me emociona usarlos, a veces soy tan precavido que al estar cerca de personas, cuido más mis movimientos para evitar que suba mi camisa y corra el riesgo de mostrar algo de más, por lo tanto siento que me apartó un poco y ya no disfruto de la compañía.
Cuando estoy rodeado de personas, me empiezo a poner nervioso pensando que de alguna manera algo se ve o que mi camisa no está bien fajada/posicionada. Cuando me pasa eso, trato de calmarme buscando alguna manera de sentir si algo se nota, ya sea ocultando que me ando tocando el pantalón por si se llega a notar algo… otras veces disfruto que alguien pudiera saber…
Como también considero su uso como un mecanismo de defensa ante situaciones estresantes, a veces me quedo pensando si estoy recurriendo demasiado a ellos en momentos que debería de mejor enfrentar la situación y los uso para distraerme en vez de hacer algo al respecto, dejando las cosas pasar sin realmente resolverlas.
Pero sí me gusta usarlos.